[:es]Robert Raga participa en las Jornadas Facsa-Fovasa UPV sobre la implantación del nuevo plan integral de residuos [:va]Robert Raga participa en les Jornades Facsa-Fovasa UPV sobre la implantació del nou pla integral de residus[:]

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[:es]El presidente de CVI, Robert Raga incidió en la educación ambiental por su papel clave en la gestión de residuos y su reducción en las jornadas organizadas por la cátedra Facsa-Fovasa UPV y diario levante «Si explicáramos a la gente cómo están ayudando al mundo cuando separan la basura, la batalla estaría ganada»

«La Unión Europea ha colocado la lupa en la gestión de residuos de sus países miembros y cada seis meses analizará los datos de todos los consorcios y municipios. Vienen muchos cambios, las sanciones van a ir a las entidades locales si no cumplimos, pero podemos salvarnos». La advertencia la lanzaba ayer Joan Piquer, director general de Evaluación y Calidad Ambiental de la Generaliat Valenciana en la jornada sobre la implantación del nuevo plan integral de residuos de la Comunitat Valenciana desarrollada en la Universitat Politècnica. Organizada por Levante-EMV bajo el paraguas de la cátedra Facsa-Fovasa del Agua, Residuos y Economía Circular, que dirige Amparo Bes, el marco normativo aprobado hace unos meses por la Conselleria de Emergencia Climática colocó sobre la mesa los retos y oportunidades que supone su entrada en vigor.

Piquer defendía que las actuaciones y exigencias que recoge el documento van en sintonía con las directrices comunitarias. «La UE ha obligado a algunas comunidades autónomas a revisar y modificar aspectos de sus planes», señalaba, para acto seguido incidir en que se abre una «época apasionante, pero cargada de cambios». «Van a llegar nuevos requisitos y más exigentes en el tema de la separación porque la economía circular va a estar muy focalizada en los residuos. La parte central y vertebral está en los recursos que contienen esos residuos», explicaba.

Entre las medidas disuasorias Piquer lanzó la del canon de penalización del vertido «pensado para que nadie lo tenga que pagar». «No tiene un efecto recaudador, lo que busca es reducir el volumen de rechazos», aseguraba ante el público que abarrotaba el salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. El responsable de la materia a nivel autonómico explicaba que aunque hay autonomías que no superan el examen europeo, no es el caso de la valenciana. «Nosotros sí pasamos, aunque con un raspado», admitía Piquer.

Creación de empleo verde

En ese punto, explicaba la importancia de introducir la figura de los educadores ambientales . «Es el auténtico vector de cambio imprescindible, una herramienta necesaria para mejorar la gestión de los residuos, informando, explicando en la calle a la gente qué hacer con la basura, qué se puede reutilizar. No habrá euro mejor invertido que ese», razonaba. Se refería al artículo 14 del PIRCV, que obliga a los municipios no solo a redactar planes locales de residuos sino también a contratar a estas figuras, algo para lo que podrán obtener ayudas tanto del gobierno autonómico como de las diputaciones provinciales.

A las preguntas del público de cómo podían ayuntamientos pequeños abordar el coste que implican algunas de las exigencias del nuevo plan, Piquer se agarraba a los presupuestos de 2020 que incluyen dos millones y medio para calidad ambiental con líneas de apoyo a las entidades locales. También hizo mención a los catorce millones de los fondos Feder programados hasta 2022 y pendientes de ejecutar. «El plan de residuos de la Comunitat Valenciana abre muchas oportunidades en trabajos verdes y en la producción industrial», destacaba.

El tono más reivindicativo llegó con la intervención de Robert Raga, alcalde de Riba-roja, presidente del Consorcio Valencia Interior y vocal del consejo de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias. Raga aprovechó el foro para reclamar al nuevo gobierno que acabe con las restricciones que impuso Cristobal Montoro a los consistorios. «Los ayuntamientos queremos decidir cómo hacer las cosas, pero para eso hay que eliminar esa ley que nos encorseta», lanzaba.

Raga, además, echaba la vista atrás para recordar que la ausencia de educación ambiental en muchas generaciones, incluida la suya, era algo que había de revertirse. «Nuestros vecinos van a ser los mejores aliados de cara al futuro», enfatizaba al tiempo que invitaba a reflexionar sobre el bajo coste que para el ciudadano implica la retirada y tratamiento de las basuras. «Si explicáramos a la gente cómo están ayudando al mundo cuando separan la basura, la batalla estaría ganada», aseveraba. «Hay que incentivar la minimización si queremos ayudar a la sostenibilidad del planeta», remarcó.

Eugenio Cámara, gerente de la Entidad Metropolitana per al Tractament de Residus, destacaba como gran logro la obligatoriedad de que todas las entidades locales tengan que elaborar sus propios planes de gestión de residuos. Y hacia hincapié en la necesidad de agrupar los contenedores por islas, como está haciendo ya la ciudad de València. «Hay que facilitar al ciudadano la tarea de desprenderse de los residuos», expresaba en una sala abarrotada.

Recogida puerta a puerta

Los nuevos sistemas de recogida selectiva, como el puerta a puerta, también fueron objeto de reflexión. Piquer, en cualquier caso, recalcó que habrá que discernir qué modelo es el mejor para cada entidad local, aunque sí quedó claro que se pasará al triaje lineal al circular en las plantas de tratamiento para reducir al máximo la fracción rechazo que llegar al vertedero.

Eva Fornés, gerente del Consorcio Ribera i Valldigna, indicaba que aunque el plan de residuos de la Comunitat Valenciana plantea «objetivos de gestión muy ambiciosos» la clave del éxito puede estar en la pedagogia. «Entre los diez y los doce años es la edad ideal para influir en los niños», comentaba. Una visita por las instalaciones de la planta de Guadassuar, cuya evolución desde 1989 desgranó ayer, abre los ojos a la realidad. «Ver la cantidad de plásticos que pasan por las cintas nos ayudaría a reflexionar», espetaba.

Por su parte, Vicent García, director general de expansión de Fovasa, elogiaba algunos aspectos del PIRCV como la de los educadores ambientales al tiempo que animaba «a trabajar en la identificación de los residuos para poder llegar a la bonificación». Algo a lo que ayudarán las tecnologías actuales. «Invertir en la recogida servirá para abaratar costes», explicaba para además reseñar que no se ha de convertir las licitaciones de estos servicios en subastas.

Fte.: Levante EMV [:va]El president de Consorci València Interior, Robert Raga, va incidir en l’educació ambiental pel seu paper clau en la gestió de residus i la seva reducció en les jornades organitzades per la càtedra Facsa-Fovasa UPV i diari Levante EMV«Si expliquéssim a la gent com estan ajudant al món quan separen les escombraries, la batalla estaria guanyada»

«La Unió Europea ha col·locat la lupa en la gestió de residus dels seus països membres i cada sis mesos analitzarà les dades de tots els consorcis i municipis. Vénen molts canvis, les sancions aniran a les entitats locals si no complim, però podem salvar-nos». L’advertiment la llançava ahir Joan Piquer, director general d’Avaluació i Qualitat Ambiental de la Generaliat Valenciana en la jornada sobre la implantació del nou pla integral de residus de la Comunitat Valenciana desenvolupada en la Universitat Politècnica. Organitzada per Levante-EMV sota el paraigua de la càtedra Facsa-Fovasa de l’Aigua, Residus i Economia Circular, que dirigeix Amparo Bes, el marc normatiu aprovat fa uns mesos per la Conselleria d’Emergència Climàtica va col·locar sobre la taula els reptes i oportunitats que suposa la seva entrada en vigor.

Piquer defensava que les actuacions i exigències que recull el document van en sintonia amb les directrius comunitàries. «La UE ha obligat algunes comunitats autònomes a revisar i modificar aspectes dels seus plans», assenyalava, per a tot seguit incidir en què s’obre una «època apassionant, però carregada de canvis». «Arribaran nous requisits i més exigents en el tema de la separació perquè l’economia circular estarà molt focalitzada en els residus. La part central i vertebral està en els recursos que contenen aquests residus», explicava.

Entre les mesures dissuasives Piquer va llançar la del cànon de penalització de l’abocament «pensat perquè ningú l’hagi de pagar». «No té un efecte recaptador, la qual cosa cerca és reduir el volum de rebutjos», assegurava davant el públic que abarrotava la sala d’actes de l’Escola Tècnica Superior d’Enginyers Industrials. El responsable de la matèria a nivell autonòmic explicava que encara que hi ha autonomies que no superen l’examen europeu, no és el cas de la valenciana. «Nosaltres sí que passem, encara que amb un raspat», admetia Piquer.

Creació de ocupació verda

En aquest punt, explicava la importància d’introduir la figura dels educadors ambientals . «És l’autèntic vector de canvi imprescindible, una eina necessària per a millorar la gestió dels residus, informant, explicant al carrer a la gent què fer amb les escombraries, què es pot reutilitzar. No hi haurà euro millor invertit que aquest», raonava. Es referia a l’article 14 del PIRCV, que obliga els municipis no sols a redactar plans locals de residus sinó també a contractar a aquestes figures, alguna cosa per al que podran obtenir ajudes tant del govern autonòmic com de les diputacions provincials.

A les preguntes del públic de com podien ajuntaments petits abordar el cost que impliquen algunes de les exigències del nou pla, Piquer s’agarrava als pressupostos de 2020 que inclouen dos milions i mig per a qualitat ambiental amb línies de suport a les entitats locals. També va fer esment als catorze milions dels fons Feder programats fins a 2022 i pendents d’executar. «El pla de residus de la Comunitat Valenciana obre moltes oportunitats en treballs verds i en la producció industrial», destacava.

El to més reivindicatiu va arribar amb la intervenció de Robert Raga, alcalde de Riba-Roja, president del Consorci València Interior i vocal del consell de la Federació Valenciana de Municipis i Províncies. Raga va aprofitar el fòrum per a reclamar al nou govern que acabi amb les restriccions que va imposar Cristobal Montoro als consistoris. «Els ajuntaments volem decidir com fer les coses, però per a això cal eliminar aquesta llei que ens encotilla», llançava.

Raga, a més, tirava la vista enrere per a recordar que l’absència d’educació ambiental en moltes generacions, inclosa la seva, era alguna cosa que havia de revertir-se. «Els nostres veïns seran els millors aliats de cara al futur», emfatitzava al mateix temps que convidava a reflexionar sobre el baix cost que per al ciutadà implica la retirada i tractament de les escombraries. «Si expliquéssim a la gent com estan ajudant al món quan separen les escombraries, la batalla estaria guanyada», asseverava. «Cal incentivar la minimització si volem ajudar a la sostenibilitat del planeta», va remarcar.

Eugenio Cámara, gerent de l’Entitat Metropolitana per al Tractament de Residus, destacava com a gran assoliment l’obligatorietat que totes les entitats locals hagin d’elaborar els seus propis plans de gestió de residus. I cap a recalcament en la necessitat d’agrupar els contenidors per illes, com està fent ja la ciutat de València. «Cal facilitar al ciutadà la tasca de desprendre’s dels residus», expressava en una sala abarrotada.

Recollida porta a porta

Els nous sistemes de recollida selectiva, com el porta a porta, també van ser objecte de reflexió. Piquer, en qualsevol cas, va recalcar que caldrà destriar quin model és el millor per a cada entitat local, encara que sí que va quedar clar que es passarà al triatge lineal al circular en les plantes de tractament per a reduir al màxim la fracció rebutjo que arribar a l’abocador.

Eva Fornés, gerent del Consorci Ribera i Valldigna, indicava que encara que el pla de residus de la Comunitat Valenciana planteja «objectius de gestió molt ambiciosos» la clau de l’èxit pot estar en la pedagogia. «Entre els deu i els dotze anys és l’edat ideal per a influir en els nens», comentava. Una visita per les instal·lacions de la planta de Guadassuar, l’evolució de la qual des de 1989 va desgranar ahir, obre els ulls a la realitat. «Veure la quantitat de plàstics que passen per les cintes ens ajudaria a reflexionar», etzibava.

Per part seva, Vicent García, director general d’expansió de Fovasa, elogiava alguns aspectes del PIRCV com la dels educadors ambientals al mateix temps que animava «a treballar en la identificació dels residus per a poder arribar a la bonificació». Alguna cosa al que ajudaran les tecnologies actuals. «Invertir en la recollida servirà per a abaratir costos», explicava per a a més ressenyar que no s’ha de convertir les licitacions d’aquests serveis en subhastes.

Fte.: Llevant EMV [:]